"La paz es hija de la convivencia, de la educación, del diálogo. El respeto a las culturas milenarias hace nacer la paz en el presente". Rigoberta Menchú Tum.
Desde el 5 de septiembre del año 1983 se le tributa exaltación a las mujeres indígenas en el mundo. Aquí una de sus frases en sus logros en procurar la defensa de las tradiciones culturales, sociales, políticas ambientales y sus reivindicaciones: "Soy mujer indígena y sé lo que quiero; cambiar las cosas; esas cosas que duelen dentro y se van agrandando, como la impotencia, el desamparo, la destrucción, las palabras incumplidas, el desamor y ese sentimiento de estar siendo violada constantemente".
La mujer indigena ha jugado un papel muy importante en las comunidades ancentrales porque además de cuidar los niños, los ancianos, elaborar los alimentos es la encargada de alimentar a los animales domésticos es también responsable de la huerta casera y los cultivos.
Igualmente, la mujer indígena, ha sido víctima de la discriminación y la segregación étnica, donde al lado de sus hombre han dado grandes batallas para quitarse de encima éste estigma.
La mujer indígena es el Baluarte más importante de los resguardos y cabildos, por cuánto ella es el alma y soporte del hogar.
El artículo 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, señala: "Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación".
En la Construcción Política de 1991 en su artículo 7, dice: "El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana".
Para concluir, solo las mujeres indígenas equilibran la paz y la convivencia en los resguardos. Se requiere que los Estados sigan impulsando políticas públicas a favor de las mujeres indígenas.