UNICEF/Albert Gonzalez Farran |
Casi la mitad de las mujeres en 57 países en
desarrollo no tienen el derecho a decidir si quieren tener relaciones sexuales
con sus parejas, usar anticonceptivos o buscar atención sanitaria, según
concluye el nuevo informe sobre el Estado de la Población Mundial 2021
del Fondo
de Población de las Naciones Unidas.
El informe anual sobre el Estado de la Población Mundial, este año bajo
el lema Mi cuerpo me pertenece: Reclamar el derecho a la autonomía y la
autodeterminación, es el primero que realiza la ONU centrándose en la
autonomía corporal y busca resaltar el poder y la capacidad para tomar
decisiones de las mujeres sobre sus cuerpos, sin temor a la violencia o a que
alguien más decida por ellas.
El Fondo destaca que la falta de autonomía corporal
comporta grandes implicaciones que van más allá de los grandes perjuicios para
las mujeres y las niñas en la esfera individual: una potencial depresión de su
productividad económica, el menoscabo de sus habilidades, y los costos
adicionales resultantes para los sistemas judiciales y de atención de la salud.
UNFPA/Sufian Abdul-Mouty |
La directora ejecutiva del Fondo de Población, Natalia Kanem, sostiene un recién nacido en el ala de maternidad de un hospital de Sudán.
A mayor nivel
educativo, más poder de decisión
El análisis mide tanto el poder de las mujeres para
tomar decisiones acerca de sus cuerpos como el grado de apoyo o interferencia
legislativo de los países sobre el derecho de una mujer a tomar este tipo de
decisiones. Los datos muestran que existe un fuerte vínculo entre el poder
para tomar decisiones y los niveles educativos más altos.
En aquellos países en los que existen datos
disponibles el informe muestra que:
·
Solo el 55% de las mujeres están
totalmente empoderadas para tomar decisiones relacionadas con la atención de la
salud, la anticoncepción y la capacidad para decir sí o no a mantener
relaciones sexuales
·
Únicamente el 71% de los países
garantizan el acceso a servicios de maternidad integrales
·
Solamente el 75% de los países
garantizan legalmente un acceso pleno y equitativo a la anticoncepción
·
Cerca del 80% de los países tienen leyes
que apoyan la salud y el bienestar sexuales
·
Únicamente alrededor del 56% de los
países tienen leyes y políticas que apoyan la educación integral en sexualidad
Un conjunto de situaciones que provoca el rechazo de
la directora ejecutiva del Fondo, la doctora Natalia Kanen.
“El hecho de que casi la mitad de las mujeres aún no
puedan tomar decisiones acerca de si desean o no tener relaciones sexuales,
usar anticoncepción o buscar servicios de salud debería indignarnos a todos” y
añadió que “en esencia, cientos de millones de mujeres y niñas no son
dueñas de sus propios cuerpos. Sus vidas son gobernadas por otros”.
El estudio también documenta otros de vulneración de
la autonomía corporal en mujeres, hombres, niñas y niños.
·
Veinte países o
territorios tienen leyes que obligan a casarse con el violador, lo que significa que un hombre puede escapar de un
proceso penal si se casa con la mujer o niña que ha violado
·
Cuarenta y tres países no cuentan con
legislación que aborde el problema de la violencia sexual durante las
relaciones de pareja (la violación por parte de un cónyuge)
·
Más de treinta países restringen el
derecho de las mujeres a desplazarse fuera del hogar
·
Las niñas y los niños con discapacidad
tienen casi tres veces más probabilidades de padecer violencia sexual, y las
niñas son las que corren el riesgo más alto
UNICEF/Richard Humphries |
La negación de la autonomía corporal es una violación de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas.
Negar la autonomía
corporal supone una violación de los derechos de las mujeres
El informe también analiza cómo las iniciativas para
confrontar los abusos pueden derivar en mayores vulneraciones de la autonomía
corporal.
A modo de ejemplo, se indica que en los procesos
judiciales de casos de violación es probable que el sistema de justicia penal
requiera que la sobreviviente sea sometida a la llamada prueba de virginidad,
un procedimiento invasivo.
Según el estudio, las auténticas soluciones a estos
problemas deberán considerar las necesidades y experiencias de las
personas afectadas. Así, en Mongolia, las personas con discapacidad se
organizaron para informar directamente al gobierno sobre sus necesidades en el
ámbito de la salud sexual y reproductiva.
“La negación de la autonomía corporal es una
violación de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas que
refuerza las inequidades y perpetúa la violencia derivada de la discriminación
por razón de género”, comentó Kanem. " Se trata sencillamente de una
destrucción del espíritu, y hay que detenerla".
“Al contario”, afirmó la máxima responsable del Fondo,
“una mujer que tiene control sobre su cuerpo tiene más probabilidades de
estar empoderada en otros ámbitos de su vida. Se beneficia no sólo desde el
punto de vista de su autonomía, sino también a través de los avances en los
ámbitos de la salud, educación, ingresos y seguridad. Tiene más probabilidades
de prosperar, y lo mismo sucederá con su familia”.
El informe sobre el Estado de la Población Mundial se
publica anualmente desde 1978 y pone de relieve cuestiones novedosas en el
campo de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, incorporándolas al
debate público y analizando los retos y las oportunidades que presentan para el
desarrollo internacional.