31.8.18

Mujer, Madre y Profesional

Publico la declaración de principios profesionalesetica.org. para que hombres y mujeres de familia, de estado o no, puedan generar un espacio de reflexión frente al papel femenino, la importancia de la familia y de los hijos. La mujer liberada y en la plenitud de sus derechos y de posibilidades frente a la vida moderna, siempre será madre, esposa y líder en su hogar, cualquiera sea su profesión, condición social y política.  Ana María Morales.

Profesionales por la Ética en defensa de la identidad femenina en Europa

Nuestros objetivos
·         Promocionar y defender la libre elección de las mujeres: la verdadera conciliación de la vida laboral y familiar y el reconocimiento del valor del trabajo en la familia, aparentemente invisible y no de mercado llevado a cabo por las mujeres.
·         Promocionar y defender la contribución de las mujeres a la estabilidad familiar, al mundo laboral, la sociedad y al bien común.
·         Promocionar y restaurar la verdadera identidad de la mujer en toda su dimensión, en la complementariedad y la reciprocidad con el hombre así como el valor y la dignidad de la maternidad.
Desenmascarar y anular la ideología de género y la influencia de sus lobbies en la sociedad, la política y las instituciones europeas.
         
Nuestras razones

·         El artículo 25.2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos es muy claro y no deja lugar a dudas:
La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.

La protección debida a la maternidad no es un capricho ni una elección aleatoria sino un derecho fundamental, necesario para el correcto desarrollo del niño y para la verdadera realización de la mujer-madre así como un beneficio social y económico para toda la sociedad. Y esto implica unas necesarias consecuencias en términos de políticas de conciliación y consideración social de la maternidad que hoy no se respetan y que suponen una discriminación real de la mujer-madre en la sociedad y en el mundo laboral.
·         La incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo de las dos últimas décadas no ha ido acompañada de políticas eficaces de verdadera y positiva conciliación familiar-laboral. Esto ha tenido efectos colaterales como la renuncia de la mujer a la maternidad a favor de un proyecto profesional, reflejándose en la constante caída de la tasa de natalidad, algo que, en España, y en toda Europa, no podemos ya permitirnos. El trabajo de la mujer no perjudica la maternidad, pero sí la manera en la que la mujer se ha incorporado al mercado laboral.
·         También las madres que dejan de trabajar porque eligen voluntaria y libremente dedicarse al 100% a su familia sufren la discriminación de la muerte social y son consideradas inútiles y ciudadanas de segunda categoría. Sin embargo, la dedicación exclusiva o prioritaria de la mujer a la familia es un bien en sí mismo y supone un beneficio para la propia familia, para la mujer y para el conjunto de la sociedad que se beneficia de un fortalecimiento de su núcleo central, la familia, y de cada uno de sus miembros. También en términos económicos, esa dedicación exclusiva es fuente de beneficios para toda la sociedad. La mujer realiza actividad económica no computada en contabilidad nacional. El Instituto Nacional de Estadística valora su aportación al PIB entre el 27% y el 41%.
·         El discurso feminista radical y la ideología de género han bombardeado y anulado la identidad femenina que viene en gran parte determinada por la maternidad, sea efectiva o no, y que supone una capacidad de entrega, de acogida y de visión de las personas y las circunstancias desde dentro hacia fuera en un todo personal. Algo de lo el mundo laboral y la sociedad en su conjunto están muy necesitado.
·         Esa ideología de género, contrariamente a lo que pretende hacer creer a la sociedad, anula a la mujer como tal convirtiéndose es uno de sus grandes enemigos. La mujer y el hombre necesitan recuperar y afirmar su identidad y complementariedad en beneficio propio, de la familia, del mundo laboral y del conjunto de la sociedad. Varón y mujer no se pueden entender el uno sin el otro y el auténtico radicalismo de la emancipación femenina consiste en la libertad de ser realmente una misma, en ser mujer en términos de mujer.
La ideología de género reduce nuestra identidad al comportamiento sexual, rechaza la complementariedad de los sexos y le niega a la mujer lo que le es propio al separar la sexualidad de la procreación restándole así grandeza a la maternidad y extendiendo la concepción de que los hijos y la dedicación a la familia es una carga de la que las mujeres deben liberarse.
·         La sociedad tiene una inmensa deuda con la mujer en quien encuentra el engranaje indispensable para ser una sociedad digna del ser humano y debe asegurarle la libertad plena para elegir el ámbito en el que quieren desarrollarse, ya sea a través de la dedicación exclusiva a su familia, en un puesto de trabajo remunerado o el servicio desinteresado al bien común. Es tarea imprescindible de la sociedad el garantizar, respetar y valorar esa libertad de la mujer para elegir.
Y esa libertad, esa decisión de cada mujer, es crucial para que pueda realizarse y desarrollarse plenamente y es la piedra angular de la no discriminación y la igualdad.
En defensa de la identidad femenina, la verdadera conciliación y el derecho a la libertad de elección de la mujer

Nuestras propuestas
1.- Flexibilidad de horario real y ajustado a las necesidades de la madre trabajadora sin discriminación de ningún tipo.
2.- Promoción del trabajo desde casa –teletrabajo- al menos en alguna fracción (diaria o semanal) de la jornada laboral y de las responsabilidades profesionales por objetivos.
3.- Ampliación del derecho a la reducción de jornada, con flexibilidad total en el ajuste del horario e independientemente de la edad de los hijos.
4.- Ampliación de la paga de los 100 euros mensuales a todas las madres sin discriminar a ninguna por razón de su lugar de trabajo.
5.- El tratamiento del término “dedicación exclusiva a la familia” como categoría laboral. Lo cual implica acceso a la Seguridad Social, salario indirecto a través de subvenciones y prestaciones y jubilación directa o mixta con la implantación de un sistema de pensiones basado en acuerdos con instituciones bancarias.
6.- La mejora sustancial de la pensión de viudedad y de la pensión alimenticia en caso de separación a las madres con dedicación prioritaria o exclusiva a la familia.
7.- Incremento de los mínimos vitales en el IRPF, que supone un beneficio fiscal para las madres con el fin de consolidar a nivel socio-político la consideración de la dedicación exclusiva a la familia como un bien social que se prima con una sobreponderación del mínimo vital desgravado en el IRPF.
8.- La consideración, a todos los efectos, del trabajo no remunerado y la dedicación exclusiva o prioritaria a la familia como un bien social y económico al mismo nivel, o mayor, que el trabajo remunerado.
9.- La denuncia y persecución activa de cualquier gesto discriminatorio, tanto en la sociedad como en el mundo laboral, con la mujer trabajadora que quiere tener hijos o la que se dedica en exclusiva o parcialmente al cuidado y atención de su familia.
10.- La eliminación del concepto y la perspectiva de género de los programas educativos en favor del verdadero respeto y valoración a la identidad femenina y la complementariedad de los sexos.
Para más información, colaboraciones y voluntariado en Mujer, Madre y Profesional, escribir a mujermadreyprofesional@profesionalesetica.org